En los últimos meses en MAKING KNOWN hemos tenido la oportunidad de entrevistarnos a fondo con directivos del sector agroalimentario con el fin de realizar un 'Estudio sobre la Comunicación en el Sector Agroalimentario y Pesquero' que refleje qué importancia le otorgan a la comunicación aquellos que lideran grandes organizaciones alimentarias y cuentan, por tanto, con una visión global del sector.

El estudio, en el que hemos realizado entrevistas a fondo con representantes de 25 organizaciones de este sector, lo podéis descargar en el documento que adjunto en este post, pero voy a exponer algunas de sus principales conclusiones.

En el lado de los aspectos a mejorar, hay que reseñar que menos del 40% de las organizaciones objeto de este estudio cuentan con un Plan Estratégico de Comunicación; siete década diez no miden el impacto de sus acciones de comunicación ni tienen pautas o un Plan de Crisis; el 30% no tiene ningún responsable interno ni externo dedicado a las funciones de comunicación; y más de la mitad considera que ni los medios de comunicación ni sus públicos-objetivo les perciben como a ellos les gustaría.

Pero también hay aspectos claramente positivos. En este aspecto, prácticamente la totalidad de las organizaciones cuenta con al menos un portavoz autorizado; ocho de cada diez preparan los mensajes-clave que quieren trasladar en entrevistas o foros; siete de cada diez adapta dichos mensajes al tipo de medio de comunicación, público o canal al que se dirige y casi el 70% asegura que las nuevas tecnologías le han ayudado mucho o bastante a la hora de potenciar su labor de comunicación.

 

DIVERSIDAD DE ACCIONES DE Y DISTINTAS FORMAS DE INTEGRAR EL DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN

El estudio refleja que las organizaciones agroalimentarias llevan a cabo una gran diversidad de acciones para atender a sus diferentes públicos-objetivo. Prácticamente todas realizan, en mayor o menor medida, acciones de comunicación externa, comunicación interna y relaciones institucionales, además de tener presencia en una o varias redes sociales, al margen de que el 100% cuenta con página web y el 86% con perfil en una o varias redes sociales.

En cuanto a un interesante debate, el cómo integrar en las organizaciones el Departamento de Comunicación, sigue habiendo diversidad de fórmulas, como se observa en el gráfico. Hay que reseñar que sólo el 10% cuenta con un DirCom de plantilla y agencias externas de apoyo; y que el 30% no tiene responsable ni interno ni externo de Comunicación.

 

FORTALEZAS, DEBILIDADES Y PREVISIONES DE FUTURO

Los participantes en el estudio dan un aprobado a la labor de comunicación que se realiza en general en el sector agroalimentario (2,7 puntos sobre 5), y han señalado algunas de sus fortalezas y debilidades. Entre las primeras destacan aspectos como la calidad y variedad de medios sectoriales; la mayor profesionalización de la actividad comunicativa en las organizaciones que se ha desarrollado en los últimos años; o la buena imagen del sector entre los ciudadanos.

Por el contrario, entre los aspectos que se deben mejorar se echan en falta estrategias a medio y largo plazo; mensajes más sencillos que “calen” en la sociedad; o la falta de mayores recursos para comunicación, a la vez que hay quejas sobre la falta de interés de los medios generalistas por las noticias “positivas” del sector.

De cara al futuro –los próximos tres a cinco años- hay dos aspectos relevantes. El primero es que una mayoría considera que la comunicación emocional, acompañada de mensajes menos complejos, ganará espacio para apoyar la comunicación racional o informativa. El segundo es que aunque son mayoría los que consideran que las redes sociales ganarán en importancia, hay una amplia coincidencia en que los medios tradicionales seguirán siendo fundamentales.

La próxima semana compartiré algunas de las reflexiones que los participantes hicieron y que me parece que son de interés porque ponen el foco en algunas de las cuestiones de mayor importancia sobre la comunicación que realizan las organizaciones agroalimentarias y pesqueras.